miércoles, 16 de diciembre de 2009

Te esperaré.




Como ves, ya había pagado. Guardaba la silla de enfrente para tí, pero no venías. Así que decidí, tomármela a medias con mi melancolía.

Pero ese asiento que guardo para tí, sé que algún día lo ocuparás, es mi más ferviente deseo. Sabes qué te espero, siempre te espero.


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