miércoles, 31 de marzo de 2010

La luna sobre la casa de Culocubo.

Son las dos hora solar, las tres de la madrugada ó las cuatro, según, hayan cambiado la hora ó no. Se abren las puertas de la Iglesia de Jesús Nazareno, i la luna llena está justo sobre la casa de "Culocubo" la casa que está justo frente a la Iglesia, alumbrando con su silueta quizás al Nazareno i la Virgen.

Porque el calendario lunar, como sabemos, marca la fecha del Viernes Santo, de la Semana Santa. Por eso todas las madrugás, la luna, estará justo sobre la casa de "Culocubo".

Salen ya las primeras cruces, a realizar su promesa por la estación de penitencia, durante algunas horas, hasta las once i media, ó las doce del mediodía -con descanso i Sermón del Paso incluido-. Acompañan al Nazareno los pregones i los cirios de los tuniqueros.

Otro año más, se cumple la tradición, i con los pies descalzos, recorreremos las calles de Castro. Me gusta mantener i participar de las tradiciones folclóricas castreñas, que son la cultura de un pueblo, su historia.

Y otra tradición, son las madalenas en el piso de mi tía con un colacaíto calentito, i una pequeña cabezada en el sofá. Son las tradiciones de todas las madrugás de Viernes Santo, de las que me gustaría participar por bastantes años más.

Y siempre, como a mi tío Paco (Q.E.P.D.) le gustaba, en el lado derecho, i cerquita de Jesús.

viernes, 26 de marzo de 2010

Ya es Semana Santa.

Es Viernes de Dolores, huele a madalenas, pestiños, rosquitos.... Estamos ya por fín en Semana Santa. Las túnicas están fuera, a las cruces les han quitado el polvo, las han descolgado del desván, i ocupan un lugar algo más notorio en la casa.

Las peluquerías están más saturadas que de costumbre, a las marías les gusta lucir bien en el paseíllo del Viernes Santo, unos escuchan la banda de las Cigarreras ó la de Virgen de los Reyes, otros, los que consideramos que el himno de Castro es El Centurión, lo escuchamos compulsivamente, en el auto, con el ordenador.... a todas horas. Esperamos ansiosos, escuchar, en la soledad de la madrugá, el Miserere i el Stabat Matter, así como alguna saeta de Antoñín Cazani ó los Pregones del niño ó JuanLu.

Son días especiales, en los que la calle Alta deja de ser saturada por vehículos automóviles, i es invadida por los peatones, todos bien trajeados en el día grande de Castro, sino el más grande, un día solemne. Retornan por unos días los hijos emigrados de su pueblo, para compartir con tíos, madres i padres, cafés de media tarde i pestiños, recordando tiempos pasados.

Nuestros pies descalzos acompañarán, cirio en mano, al Nazareno en su caminar por las calles de Castro, con penitencia ó sin ella qué junto a La Virgen que lo llora detrás. Llegaremos a un llano Jesús repleto de gente, a las doce del mediodía, i añoraremos lo perdido, querremos que no se acabe nunca, que mañana podamos hacer otra vez lo mismo.

Es Semana Santa una época un tanto mágica, aunque eso de sacar los santos a la calle sea bastante pagano, puesto que: ¿No deben ser venerados en un altar? NO quiero polémicas, quiero disfrutar de nuestra Semana Santa, de nuestros pasos, poder verlos en la Madre de Dios, sentado en el escalón de la droguería, esperando ansioso a que pase delante nuestra.

A mí me gusta la Semana Santa.

Pd. Mi mamá ha echo madalenas de chocolate, asín que quién quiera probarlas, aquí están, traed vosotros el café.
Perdón por lo mal redactao que está, mi originalidad no va bien últimamente.

martes, 16 de marzo de 2010

¿Hai (hay) alguien ahí?

¿Me leerá alguien.?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Siento

Siento, como creo que decía cierta canción, que la vida se me escapa de entre mis dedos, que pasan los días, i mi vida sigue monótona i más aburrida si cabe, no pasan cosas interesantes, salvo algún camión que casi me atropella por la carretera al adelantarme demasiado cerca, pero de eso, ya estoi curado de espanto.

Noto como pasan los años, pudiera estar más arrugado, que no se, i no acumulo experiencias propias de contar a los nietos, salvo aquella vez que me quiso pegar el alcalde en la calle por hablar por la radio -cosa que narraré en otra ocasión, porque es para cuentarla, de cuento-, ó aquella vez que declaré en comisaría (vestido de ciclista) cómo YO repartía publicad por las calles, ó aquella otra que pasando Doña Mencía me granizó sobre la bici, pero apenas eran granizos como granos de arroz. Ó aquella otra qué subiendo por "El Duque" hasta Sierra Nevada, un uno de mayo, me nevó.... Prácticamente la mayoría de las historias en bici, la bici, siento que me acompañará algunos días más.

Siento que me vuelvo más aburrido con el tiempo, más solitario, más huraño, apenas salgo ya de casa, mi cubículo -como diría cierta persona- es casi el único sitio donde me siento agusto, agusto con mi casi obligada soledad.

Siento como las lágrimas llaman a la puerta de mis ojos, pero éstos no quieren abrir para que salgan, i se quedan dentro sin más remedio.

Siento que la vida se me escapa, la vida de las emociones del Carpe Diem ese famoso, i no hago nada por evitarlo, no tengo ganas de hacer nada.

Siento que no siento.

Siempre repetiré la frase de Emilio el portero de Aquí no hai quién viva: "Lo bueno de tocar fondo es que sólo puedes ir hacia arriba." Pero, ¿Dónde está el fondo?

viernes, 5 de marzo de 2010

Un poco harto.

Estoi harto, podría ser más maleducado, pero a la vez más real, i escribir: HARTO NO, HASTA LOS COJONES, pero no quisiera ser vulgar.

Reparto, por si algún lector internauta lector no l osabe -no es éste el caso de Miguel Morales, que supongo leerás mis plamplinas-, publicidad de supermercados, tiendas de electrodoméstidos, Cocedero de Mariscos Espartero, con el que como saben he andado GRAN parte de nuestra provincia cordobesa, i de todo aquel que llame a mi puerta, claro.... En la capital repartí en Ciudad Jardín de un centro de logopedia (Éduco que aún está por allí) i de un salón de bodas.

Todo esto lo cuento porque por ese TRABAJO cobro, sorprendente pero cierto, i algunos quieren -ó han querido- poner precio a MI trabajo. Que si es algo caro, que si esto no tiene una rebajilla.... Pues no, esto no tiene rebajas ni descuentos, porque cuando vino el fontarnero a mi casa ó el carpintero no le dije: ¿Esto tiene rebajas? Ó cuando fuí a cambiar el aceite al auto. Porque cuando YO fuí a comprar, un poner, una tarrina de veinticinco cd's (que me costó seis cincuenta) no pregunté si podía ser más barato. Porque tengo ya veintinueve años i no quince, i estoi aprendiendo a decir NO.

Me pasó una vez, que por DOSMIL PESETAS (el señor decía que YO le había dicho que mi TRABAJO por repartir en Espejo eran dosmil pesetas i YO decía que eran cuatromil) discutí MEDIA HORA de reloj con ese "señor" de Castro. Al final me pagó cuatro mil pero diciéndome: "Te voi a dar cuatro mil pero ésto no es lo que hablamos" Desde entonces no discuto por dinero, i aún en tiempos de crisis, si no me pagan lo que pido le contesto: "Pues en mi casa, en el sofá, estoi mejor"; estoi empezando a "mirar" por mi dignidad i digamos, a no bajarme los pantalones tan fácilmente. Y es que llevo DOCE AÑOS repartiendo publicidad, i no me da la gana que me toreen.
En estos doce años, solo he fallado dos veces, una vez un mes porque me operé de una quebracía, i tres meses hace dos años, el tiempo que estuve en Ciclos Paco trabajando, cuando creía que mi futuro laboral sería como mecánico de bicis, aunque luego se frustaría. He repartido incluso con la mano algo chungaleta, cuando me caí con la bici. Y en doce años no me ha faltado trabajo, diría, que ni una sola semana.

Aunque al final llegamos a un común acuerdo, pero a alguno lo mandaba al carajo, i pudiera ser en los próximos días.

Mi trabajo vale tanto i es tanto, PUNTO.

lunes, 1 de marzo de 2010

Mi soledad.

El viernes escuché esa frase: "No, si sólo se está mui bien también". Claro, esa frase fué dicha por alguien -mujer- que no está sola, sino casada.

Solo no se está bien, solo se está SOLO. No tienes con quién hablar, con quién salir, a quién llamar....

Solo, en los bares, sólo te queda mirar la tele, que normalmente será fútbol, i si no te gusta el fútbol, mal vamos. Te quedará leer una i otra vez todos los diarios, por tal de pasar el rato lo más cómodamente posible, eso si no decides quedarte en casa. Porque no tienes con quién salir, así que de sólo bien, i una mierda¡! SOLO SE ESTÁ SOLO. Más solo que la una.

YO no quiero estar sólo, odio mi soledad, no me gusta nada estar sólo, YO no sé ir a los bares solo, aunque allí, como dice un amigo mío, siempre habrá gente ó por lo menos estará el tabernero.

Como canta el IDIOTA de Fito: La soledad no está tan sola, no ves que a mí, no me abandona.

No me gusta estar solo, no me gusta mi soledad.