Como ves, ya había pagado. Guardaba la silla de enfrente para tí, pero no venías. Así que decidí, tomármela a medias con mi melancolía.
Pero ese asiento que guardo para tí, sé que algún día lo ocuparás, es mi más ferviente deseo. Sabes qué te espero, siempre te espero.
Pero ese asiento que guardo para tí, sé que algún día lo ocuparás, es mi más ferviente deseo. Sabes qué te espero, siempre te espero.
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